Sinopsis: El mundo natural de Mannawinard lleva mucho tiempo enfrentado al mundo tecnológico de las dumas. Cinco humanos de diferentes orígenes y un androide tienen la solución; pero antes deberán encontrarse y emprender juntos un viaje lleno de peligros donde mercenarios, mutantes y robots destructivos intentarán acabar con sus vidas.
Laura Gallego es de esas escritoras que, aunque sabes cuál es su temática predilecta (el mundo fantástico) y puedes encontrar similitudes entre algunos de sus personajes, tiene una gran variedad de libros que no se parecen entre sí. Memorias de Idhún la catapultó a la fama y Crónicas de la Torre la consolidó en el mundo literario. Sin embargo, ha escrito innumerables libros, cada uno de ellos con tramas sorprendentes y, sobre todo, que hacen pensar al lector.
Aunque al principio me pareció un libro demasiado infantil, no me rendí y conforme seguí la lectura comprendí que aquella historia encerraba mucho más de lo que a priori se vislumbraba.
Es un libro que mezcla ciencia ficción y fantasía, dos géneros que casi siempre han congeniado bastante bien. Me ha gustado mucho esta apuesta futurista de mostrar hasta dónde puede llegar el ser humano en su afán por controlar todo lo que le rodea. La tecnología y su avance es algo a la orden del día y Las Hijas de Tara nos enseña un mundo bastante cercano, una posibilidad plausible. En el mundo de las Dumas, los «urbanitas» viven en ciudades imposibles, con edificios que se mueven, mascotas-robot, cuerpos modificados y mejorados genética y tecnológicamente… ¡Hasta la comida es sintética!.
Además, le añade esa parte de fantasía que siempre acompaña a Gallego, con seres feéricos y magos que lanzan bolas de poder y se comunican con los espíritus. He de decir que no es un libro para nada romántico, como pudiera serlo Crónicas de Idhún. Es, ante todo, acción y aventura.
Aunque son unos libros enfocados hacia un público juvenil, te hacen plantearte la situación actual y las consecuencias que puede tener para el futuro el avance sin escrúpulos de la era tecnológica: ¿es posible el control total del mundo en el que vivimos? ¿Podemos llegar a encontrar el secreto de la vida inmortal? ¿Qué ocurre con los «experimentos fallidos»? ¿Es posible, realmente, vivir alejados de la naturaleza? Es un libro con una moraleja clara e importante: el ser humano pierde su esencia si se olvida de sus orígenes, de dónde proviene.
En definitiva, una lectura rápida y entretenida que nos hace pensar en el progreso y en sus consecuencias.